¿Cuál es tu opinión?
- ¿Para estar motivados hacen falta motivos?
- ¿En qué medida nos afecta lo que opinan los demás de nosotros?
- ¿Puedo ser feliz, con “lo que está pasando”?
Déjame compartir contigo este pequeño relato:
Lo que me contó Pedro:
… “Tres amigos quedamos para vacunarnos juntos contra La Covid. Era martes laborable y hacía una mañana preciosa.
Nos encontramos un rato antes para charlar y, sentados en la terracita de un bar, me sirvieron un café con un corazón dibujado en la leche.
Yo me sentía en la gloria: En vez de estar en casa, abducido por el ordenador, me encontraba al aire libre con amigos, en el Raval de Barcelona, en una situación idílica y a punto de estar semi inmunizado de este virus/pesadilla que nos catapultó a un año complicado y surrealista. ¿Qué más podía pedir?
Mientras yo disfrutaba del olor dulzón que flotaba en el aire, Javier no paraba de quejarse: Le parecían excesivos los precios del bar, el baño una inmundicia, los coches hacían ruido y las flores amarillas que caían de las acacias le traían malos recuerdos.
… Compartíamos la misma mesa, pero parecíamos habitar en situaciones espacio-temporales distintas” …
¿Te parece lógico?
La situación era la misma para Pedro y Javier. Sin embargo, la interpretación que hacían de ella era muy diferente.
- ¿Por qué hay gente que busca el lado bueno de la vida y otras, parece, que siempre le están buscando defectos?
- ¿De qué depende que unas personas busquen motivos para sentirse bien y otras busquen motivos para sentirse mal?
La respuesta es la siguiente:
La razón por la que nosotros somos felices o infelices se encuentra en la autoestima.
Estos son los 2 pilares de la autoestima:
1-Me siento capaz
(confío en mi capacidad para afrontar el estrés de la vida)
2-Me siento importante
(me otorgo el derecho a ser feliz)
Te daré algunas pistas para que veas con cuál de las opciones te sientes más identificado:
1- No ser capaz:
- Me comparo con los demás.
- Necesito que todo quede perfecto.
- Me cuesta elegir.
- Tengo poca paciencia.
- Tengo poca tolerancia a la frustración.
- Quiero tener todo controlado.
- Tengo miedo a que descubran que no valgo.
- Tengo miedo a fracasar.
- Me cuesta sobreponerme a situaciones amenazantes o de estrés.
- No acepto mis errores.
2- No ser valioso:
- Me sacrifico por los demás.
- Nunca es suficiente lo que ya sé.
- Busco el reconocimiento externo.
- Tengo miedo a que se aprovechen de mí.
- No me gusta socializar.
- Me cuesta dedicar tiempo al ocio.
- No me cuido.
- Entre hablar y escuchar prefiero escuchar.
- Me cuesta trabajar en equipo.
- Me cuesta poner límites.
Y, para terminar, tres frases para no olvidar sobre la autoestima:
- La autoestima no depende de factores externos.
- Nunca vas a agradar a todo el mundo.
- La autoestima se entrena.
Si este post te ha conectado con tu dolor, no lo dudes,
¡El coaching es una poderosa herramienta para desarrollar tu autoestima!
Piensa por un momento que no te juzgas, que estás en paz contigo mismo, que puedes vivir en el presente y que tu presencia transformadora está en sintonía con lo que piensas, dices y haces…
¿Te imaginas poder liderar tu vida desde este lugar?
Si quieres saber más sobre este tema apasionante, te recomiendo el artículo que escribí sobre “autoestima & salud mental”
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Que importante la autoestima para poder disfrutar de un café con buenos amigos! Gracias Diego. Muy buena la metáfora.